Según un análisis publicado por Intl Moneywatch, el suministro de agua potable, a nivel mundial, se acerca a una situación de extrema gravedad. Unos 768 millones de personas en el mundo no tienen acceso a agua potable y se estima que para el 2030 el consumo habrá superado la cantidad de agua disponible. En estas circunstancias cobra la mayor importancia la mejora constante en lo referente a las pérdidas de aguas en redes de distribución.