Las redes inteligentes de agua (Smart Water Networks) empiezan a demostrar su efectividad. Se estima que ya se están ahorrando unos 10.000 millones de euros al año en todo el mundo. En los próximos 10 años, casi 5.000 millones de personas, unos dos tercios de la población mundial, sufrirán problemas de abastecimiento de agua. La causa es una demanda superior a la disponibilidad y las malas condiciones de suministro. Mas importante que las perdidas económicas es el hecho de conservar este vital y escaso recurso para futuras generaciones, y las actuaciones en este sector se basan en el conocimiento preciso de lo que ocurre en las redes. La calidad de la inversión en redes es responsable de buena parte de los problemas de perdidas en una estructura que esta muy envejecida en todos los países.